SUBE, pero casi ni se nota

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Vengo siguiendo este tema que representaría una mejora importante en el transporte público de pasajeros en el área metropolitana, drugstore donde cientos de miles de usuarios diariamente son transportados por algún medio. Hacerle la vida más sencilla a la gente debería ser prioridad de cualquier gobierno. Esta idea llega demorada, a la saga de la iniciativa de las empresas del sector, pero más vale tarde que nunca. 

La iniciativa, razonable y necesaria, sufrió de esa patología típica de la dirigencia política argentina: hacer anuncios de cosas imposibles de cumplir, sumando frustración y descreimiento. Dando plazos más ciertos y con un conocimiento más acabado del sector, se ganaría en confianza y se mostraría al Estado Nacional al comando de algunas cosas.

El sistema del boleto electrónico único, SUBE, según la denominación hecha por el gobierno, funciona hasta ahora sólo en aquellos sitios en donde ya existía la “subtecard” y la más amplia llamada “monedero”. Ahora ambas funcionan de manera asociada. Esto muestra que el sistema es factible, aunque la fantasía de los plazos anunciados por la propia presidenta han quedado al descubierto, como no podía ser de otra manera. También el gobierno debió modificar su actitud de manejar el sistema, no sólo por os resquemores que eso generó, no rx sino que no tiene sensatez meter al estado a gestionar lo que ya funciona y puede tener sus propios mecanismos de autocontrol. En fin, el sistema terminará por imponerse, si no se hacen más macanas.

Hace poco fui a cambiar mi “subtecard” por la tarjeta “monedero” porque suponía que tenía ésta una cobertura mayor. Me informaron entonces que mi subtecard ahora también sirve para las líneas de ferrocarril, peajes y las líneas de colectivo que ya tienen colocado el sistema de la tarjeta monedero. Este es un ejemplo que el propio sector desea desarrollar un sistema único de pasajes y que las distintas empresas lo pueden hacer de manera eficiente.

Si la iniciativa del gobierno avanza, se supone que deberá ampliarse este servicio a la totalidad de los transportes públicos en el área metropolitana y hacerse más rápidamente. Eso si deja de lado los fuegos de artificio y se dedican a hacer las cosas. Perdón por el énfasis, pero sucede que es sólo un botón de lo mucho que debe hacerse en algo tan esencial para la calidad de vida como es el transporte. En estas cosas es donde se pone en juego el declamado “progresismo”.

Pongo un fragmento de una nota de fin del 2009 en lo que se repasa un balance de las promesas gubernamentales del año pasado.

Seguiré. 

 

promesa oficial incumplida

Termina el año sin el SUBE

La Presidenta anunció en febrero el boleto electrónico y para esta fecha debería estar funcionando a pleno. Intereses varios lo frenaron. 

Julieta Tarrés, diario Crítica, 28.12.2009

A prueba. De las 370 líneas de colectivos de la zona metropolitana, el pago con tarjeta se aplica sólo en seis.

El Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) sigue congelado. Seis meses después de que el destituido secretario de Transporte Ricardo Jaime lo pusiera en marcha, el 22 de junio, el servicio sólo funciona en seis de las 370 líneas de colectivos, en el ferrocarril Urquiza y en las cinco estaciones del subte y premetro. Cristina Fernández de Kirchner había prometido en febrero pasado que el sistema iba a estar listo antes de que terminara el año.

En el Gobierno culparon de la demora a las cámaras de autotransportistas de pasajeros y a los concesionarios ferroviarios. “Los empresarios del sector querían el control directo de la recaudación diaria de los pasajes y entorpecieron la implementación”, explicó a este diario un allegado a Schiavi. Durante ese tiempo se distribuyeron tarjetas magnéticas, aunque no se instalaron máquinas nuevas en ómnibus y trenes. En Nación Servicios prometieron avances entre enero y febrero. Un puñado de pymes argentinas participarán de la nueva licitación del Estado antes de marzo para fabricar 7.500 de los 17.500 equipos que necesita el SUBE para funcionar a pleno en el área metropolitana.

Tras los insistentes reclamos de los propietarios de empresas de colectivos y trenes, el 17 de diciembre pasado finalmente el Gobierno aceptó el acuerdo propuesto por los privados: la recaudación y los recursos del SUBE se “coadministrarán”. Para que la instalación y la puesta en marcha del sistema avance, la gestión será compartida y la canalizará el Banco Nación, desde la división Nación Servicios.

Las dos partes suscribieron un convenio la semana pasada en el que se aclara que los dueños de los colectivos “coadministrarán, monitorearán y tendrán el control online” de los 900 millones de pesos mensuales promedio que movilizará el SUBE cuando funcione a pleno.

Según Claudio Kramer, director de Cámara de Industrias Electrónicas (Cadieel) la pelea por la recaudación generó más demoras de las esperadas. “Ahora, en estos meses, probablemente haya avances. El sistema está bien encaminado, pero quedan fases por resolver. La licitación que Transporte tiene que abrir para que participen empresas pyme es un ejemplo”, contó a Crítica de la Argentina el director de la entidad que agrupa a firmas nacionales fabricantes de lectores y monederos para el transporte público.

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Los empresarios de las pequeñas y medianas empresas del país, que quedaron afuera de la primera etapa licitatoria, esperan ansiosas las bases del próximo concurso oficial para participar del SUBE. Y para eso trabajarán contrarreloj todo el verano.

“Nos informaron que en cualquier momento van a abrir la licitación para que las pymes argentinas participemos”, adelantó Javier Tomadoni, gerente general de CoinControl. En los próximos seis meses, Schiavi se comprometió a que las empresas pongan en funcionamiento las 10 mil máquinas que quedaron por instalar de la primera etapa y las 7.500 que les proveerán las firmas nacionales. “Antes de julio de 2010, el sistema completo estará funcionando”, prometió el mes pasado el secretario de Transporte.

A la segunda licitación, de la que participarán sólo pymes (al menos así lo aseguró Ángel de Dios, director de Nación Servicios), se presentarán sólo cinco firmas: Expendedoras, CoinControl, Laser Argentina, Cooperativa Industria CRV y DCM Solutions. Según fuentes oficiales, se les exigirá un patrimonio neto de base que demuestre que van a poder afrontar el costo y el tiempo de entrega del servicio al que se comprometerán.

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